Vive la vida con la mayor intensidad que tus principios te permitan. No importa cuan bueno seas, cuán ruin y déspotas sean tus pensamientos, ni el valor de unos sentimientos ajenos a tu propia realidad.

Cierro los ojos y me embriaga ese olor a nada,

es entonces la desesperación quien agarra mi mano,

y vuelvo a respirar, pero mis sentidos no te encuentran,

y lo vuelvo a intentar y un vacío llena mi alma.

Cierro los ojos y me envuelve el tacto a nada,

es entonces la locura la que abraza mi cuerpo,

y vuelvo a encaramarme en mis recuerdos,

y lo vuelvo a intentar, pero... Estás tan lejos...

Cierro los ojos intentando recordar tu respiración ahogada,

cierro los ojos intentando recordar tus suaves labios,

intentando recordar tus besos apasionados,

el calor de tu cuerpo y el temblar de nuestros cuerpos desnudos.

Cierro los ojos intentando recordar la luz de tu mirada,

sostenida frente a frente mientras la lujuria se asoma en ellos reflejada.

Cierro los ojos una y otra vez, pero dime... cuando te encontraré...

Y en esta soledad autoimpuesta por el deseo brindo cada noche esperando tu regreso.

Rezo por un suspiro, por una mirada, por un beso... Imploro al viento, grito a grito

quiero ser tu pensamiento.

Eres el dulce infierno donde mis alaridos desesperados brotan ahogando a mis sentimientos...