martes, 25 de enero de 2011

ENFERMEDADES DEL SIGLO XIX


LA HISTERIA FEMENINA.
La histeria femenina era una condición diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XIX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomia, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, pérdida de apetito y “tendencia a causar problemas" .

Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”—estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.

La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.

Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.


DESAPARICIÓN DE LA HISTERIA COMO DIAGNÓSTICO MÉDICO.

A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó.Hay muchas razones que explican este declive: muchos escritores del ámbito médico aseguran que se debe a que el pueblo empezó a entender mejor la psicología de los trastornos de conversión.

También se ha argumentado que todo lo que cambió fue la consideración de los médicos. Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. A medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno. Muchos casos que se asignaron a la histeria fueron reclasificados por Freud como neurosis.



martes, 18 de enero de 2011

Ninfussa


Enfurecida por el manejo de las agujas que hacían marchar mi tiempo,

reprimiendo mis sentidos, mis palabras, mis deseos.

Martirizando la inocencia de un alma con desprecio, indiferencia,

incoherente aburrimiento.

Despojando de la vida los intentos, buscando la indiscreción del discreto.

Observando la adorable picardia de tus palabras vacías,

de tu inconsciente y diferente forma de verte la vida.

Pisoteando la agonía de mi vulnerable utopía, deseos de loco,

hundida en el averno quedé por un sofoco, sofoco de la vida que te acerca,

sofoco de la indiferencia que proyectas.

MI CORAZÓN PALPITA



A veces, es tu sonrisa la que ilumina mi mundo,
en ocasiones tiemblo imaginándote mio,
mis ojos centellean llenos de una falsa ilusión,
y mi corazón palpita corrompido por ese pseudo amor que me regalas.

No quiero más que tenerte frente a mi, sintiendo tu cuerpo caliente
mientras tus manos me hacen enloquecer.

No quiero mas que sentir como tus labios húmedos recorren mi piel,
mientras oyes como con el mínimo roce me estremeces de placer...

... No quiero más que notar la pasión con la que te apoderas de mi cuerpo,
mientras me susurras al oído lo fresca y descarada que resulta la hazaña.

A veces, es tu mirada la que me hipnotiza y paraliza,
hay momentos en los que mataría por sentir el deseo de tus ojos,
mis labios quietos e inmóviles te llaman silenciosamente,
y mi corazón palpita corrompido por ese pseudo amor que me regalas.

No quiero más que notarte sobre mi, bajo mi cuerpo,
oír tu respiración ahogada mientras mis dedos arrastran toda la piel
que encuentran tras tu espalda.

No deseo más que me hagas el amor alocadamente,
hacer al sol y a la luna testigos de las mas bajas pasiones,
cada día, cada noche, hacer renacer el deseo con un simple toque.

lunes, 17 de enero de 2011

TE ODIO

Te odio, odio la miseria en que me envuelves,

te odio, odio cuando me convierto en basura por ti,

te odio, odio cuando me ves arrastrarme y aún así no es suficiente...

Y eres estúpido, engreído y malévolo,

eres la razón por la que me siento perdida en este mundo,

el motivo por el que aborrezco a la raza humana.

Y eres veneno, falso, frío,

eres el motivo de mi agresiva amargura,

eres la razón por la que mi sonrisa ha muerto.

Te odio, porque despiertas a mi alma con tus sensuales caricias

y apagas a mi orgullo con tus falsas palabras,

te odio, odio el modo en que me mientes

y el modo en el que creo en tus mentiras,

te odio, odio el modo en que dejas que sangren mis heridas.

Y eres cruel, egoísta e inhumano,

eres el motivo por el cual mis lágrimas no dejan de brotar,

eres la razón que me hace respirar cada mañana.

Te odio, porque abrigas mi cuerpo y destapas mi alma,

te odio, porque conviertes mi cordura en locura con tu doble personalidad,

te odio, porque haces que no me importe humillarme...

Te odio por todo, me odio por querer quererte,

por acabar con mi paz, por convertirte en mi muerte.

Te odio por todo, me odio por creer que llegarás a quererme.

domingo, 16 de enero de 2011


El firmamento se creo sólo para darte una lección, para hacerte ver que eres una decepción. Deja de soñar...
Este mundo no está echo para ti.
¿Te creíste especial?. Deja de soñar...
Me pregunto si algún día llegarás a tener estrella...
¿Qué miras?. A ti te debieron de cagar o de mear...

jueves, 13 de enero de 2011

Cuéntame, cariño.


Cuéntame cariño de nuevo la misma historia,

dime que tú no has tenido la culpa.


Cuéntame, ¿qué ha pasado con tu amor?

Dime, ¿con quién se ha topado tu corazón?

Dime, ¿qué ha ocurrido esta vez?

¿También se cruzó en tu camino sin querer?


Cántame cariño tu nana de todas las noches,

no importa mientras me hagas sentir que soy la única para ti.


Adórnalo con bonitas palabras,

acércate cariño, susurrame al oído cuanto es que me amas.


Cuéntame, ¿qué ha pasado con tu amor?

Dime, ¿con quién se ha topado tu corazón?

Dime, ¿qué ha ocurrido esta vez?

¿También se cruzó en tu camino sin querer?

lunes, 10 de enero de 2011

La leyenda.


Llora la leyenda que un día se encontró a una prostituta que no daba sexo, sólo amor.

Llora la leyenda que sólo a ella la ha de recordar por su magnífica belleza y su forma de amar, en las noches sueña que la acunaba, sueña que en su frente la besaba.

Llora la leyenda que una extraña enfermedad la mató, algo que entre sus piernas le causaba dolor, llora la leyenda un pesado pesar, y que sólo a ella la recuerda por su forma de amar.

Cuenta que de camino encontró a un joven pastor, cuenta que era adinerado y que con su amada prostituta el había estado, cuenta que le contó que como ella nadie le había amado, cuenta que le contó que cada noche lo acunaba y que en su frente le besada.

Cuentan que sólo a ella la logran recordar, cuentan que no daba sexo, sólo amor, llora la leyenda que un día su prostituta le susurró palabras con sabor a miel tras su tierna labor.

Llora la leyenda que sólo a ella la logra recordar, llora la leyenda que recuerda cuando la comenzó a montar y la montaba a horcajadas sin parar...

Llora mi leyenda y mi recordar lloro a mi apesadumbrada prostituta que tan bien me sabía amar...