Tres segundos de enfado y de nuevo vuelta a empezar...
Mala pécora, impaciente cabra distraída, neurótica caótica,
histérica tirana, poeta frustrada que dejó a su musa en la cama.
Apasionada del melodrama, de la vida y de la agonía de plasmar
su vida en billetes sin filigrana.
Pensadora renacentista, inquisidora fervorosa, mala zorra odiosa…