Recuerdos.
¿Recuerdas esas tardes de otoño en la parte trasera de tu coche? Mirando
a través de las ventanas el mecer de las nubes al compás del viento,
mientras tú me contabas un sin sentido de batallas y yo, hacía como que
las entendía, te sonreía y furtivamente buscaba tu mirada, tan dulce y a
la vez tan llena de secretos, junto a esa sonrisa de pequeño revoltoso
que no escondía más que a un ser repleto de segundas y terceras
intenciones, a sabiendas de todo, nunca me importó.
¿Recuerdas esas noches bajo el manto de las estrellas? Buscando batallas
ya luchadas y olvidándonos de la dignidad, embelesada por el vaho del
cristal, mientras, tú tontamente me decías "deja de respirar" y como artillería pesada dejabas ver de nuevo tu
sonrisa repletas de mil y una intenciones…
Y así, yo recuerdo tantas cosas que durante una milésima de segundo me hacías creer que lo nuestro era real.
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